jueves, 18 de diciembre de 2014

Mural literario



Escribo poquísimo sobre aquéllo que hago en clase. En realidad, si fuese exacta, debería decir "qué poco escribes" (¡y espabila!). Sin embargo, hoy- ¡hoy!- me decido a desarrollar por aquí una idea con la que cierro el curso. He abierto un muro/mural sobre literatura en el aula. Se trata de que los chavales escribiesen directamente sobre el papel fragmentos de novelas, de cuentos, de poemas que les emocionasen, espantasen, asqueasen o entristeciesen: historias que les acompañaran y que formaran ya parte de su vida.

Encabeza el "mur literari" Muñoz Molina. 1 A de Bachillerato.
 ¿Y qué me he encontrado? Canciones de Rihanna, frases de James Dean, Evanescente y Peter Pan.  Lo más sorprendente no ha sido que confundiesen literatura con la cantante de Barbados; sino que esta convocatoria, que también estaba abierta a los profesores, ha sido acogida con la nada por parte de los docentes. Después de escuchar mil explicaciones a la apatía, he llegado a la conclusión de que a muchos se les acabó el viaje hace tiempo.  Yo, que podría llenar el mural sola en un momentito, me he decantado al final por Konstantinos, a quien llegué gracias a Carmen Garrigós. Esta enfermera me enseñó que, aunque pases largas temporadas sin visitarlo, un continente (como ocurre con la literatura) puede impregnarte sin remisión, sin solución,  sin medicina posible.

 Por Siempre Jamás, Kavafis:



“Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,

si no los yergue tu alma ante ti"

Ithaka (fragmento)




¿Y qué decía Peter de interesante?: "No crezcas (Es una trampa)"
Pues viendo mi entorno, a veces pienso que tiene toda la razón. 


(Gracias Fina por participar con Savater y Auster.)
-Pide que tu viaje sea largo.

lunes, 3 de noviembre de 2014

La Maravilla entra en la casa

 Hace unos meses que sigo a Jonathan Carroll. Me encantan sus microtextos, su blog y sus imágenes sobre los contrastes de la vida.  Dejo aquí, con una traducción un tanto de andar por casa, uno de sus últimos textos: "Wonder enters the house" (La Maravilla entra en casa). Resulta reiterativo, pero me maravilla...

 La Paciencia nunca quiere que la Maravilla entre en casa, porque resulta una invitada miserable: exige todo de ti, pero no cuida aquéllo que resulta frágil o irremplazable. Si te duele, se encoge de hombros y continúa adelante. Sin consultar ni preguntar, la Maravilla trae consigo amigos de dudosa reputación como las dudas, los celos y la envidia. Juntos se apoderan de la casa, arrancan la decoración de todas las habitaciones buscando sólo su propia comodidad.
"Protect your magic" (protege tu magia). Graffiti en NY.
 Foto: J. Carroll
Hablan un lenguaje extraño pero no moverán un dedo para traducírtelo o hacerse entender. Preparan alimentos exóticos en tu corazón que dejarán aromas y sabores nuevos e inesperados. Cuando finalmente se marchan no sabrás si te sientes feliz o desolado.
 A la Paciencia (pobre) le toca siempre arreglar el desaguisado...

Enlace al texto original: 
https://medium.com/@JSCarroll/wonder-enters-the-house-4fbbb47bc3e4

jueves, 16 de octubre de 2014

Elige encenderte


Me encuentro en la contra de La Vanguardia con una entrevista a Víctor Gómez Pin (filósofo) que expresa meridianamente lo que vengo pensando desde hace tiempo.  Reproduzco un fragmento a modo de diálogo, elimino el formato entrevista y que ajusta como molde a las palabras de José Hierro. Pin habla desde el presente; Hierro desde una distancia de cuarenta años.

 
 

 -No nos quejemos que, al menos, tenemos trabajo.

-Esa frase que se oye por doquier es espantosa.

-Ni patalear puedes.

-Que la dialéctica entre trabajo embrutecedor y pavor a perder ese vínculo esclavo se haya convertido en el problema esencial de la existencia es insoportable.

-Desolador.

-A la polaridad trabajo embrutecedor y ocio más embrutecedor todavía, yo opongo un trabajo en el cual fertilizas tu condición como ser humano, y la fiesta.

-Fiesta en lugar de ocio… interesante.

-Sí, porque no tiene nada que ver con el escapismo ni con el ocio embrutecedor.

-Es difícil que todos desempeñemos un trabajo que nos satisfaga.

-Hay que barrer las calles, de acuerdo, pero que haya una persona cuyo único destino sea barrer las calles doce horas y que tenga como complemento el mando de la tele para hacer zapping es una tristeza.

José Hierro. Cervantes, 1998.
El mando de la tele o ciclarse durante horas en un gimnasio, dialogando con una máquina. O salir de las aulas para emborracharse delante de un videojuego.
Es de una tristeza miserable comprobar que una gran parte de la humanidad no tiene derecho a nada más que a sobrevivir. Y aquí, desde 1974 entra como un sable José Hierro. El material potente de su apellido se aplica igualmente a sus palabras. De lo alienante, a la emoción gloriosa que precede a la fase creadora, a las puertas luminosas, a las criaturas, al Libro de las Alucinaciones:
“La poesía es para mí una cosa tan importante que no puedo menos de irritarme cuando compruebo en qué poco quedó aquello tan hermoso que concebí. Es la misma distancia que separa al fuego real de un fuego pintado. Reconozco que es una extraña  forma de orgullo ésta de creerme superior a lo que soy. La lectura masiva de mis poemas, y su comparación inconsciente con la emoción que fue su germen , me ha producido rubor. El mismo que sentimos, al día siguiente de una borrachera feliz e inconsciente, cuando nos recuerdan las ridiculeces que hicimos”.

Sin ternuras, que entre nosotros
sin ternuras nos entendemos.
Sin hablarnos, que las palabras
nos desaroman el secreto.
¡Tantas cosas nos hemos dicho
cuando no era posible vernos!
¡Tantas cosas vulgares, tantas

cosas prosaicas, tantos ecos
desvanecidos en los años,
en la oscura entraña del tiempo!
Son esas fábulas lejanas
en las que ahora no creemos.
(“Alegría”. 1947)

 Por favor, elige un verso a una pesa. Elige un poema al botón de encendido que, en realidad, te apaga. Elige encenderte. Elige retroceder para avanzar.

-

viernes, 10 de octubre de 2014

La escritura sobre la escritura

Talese tiene 82 años.
Sin cuenta en Facebook ni Twitter, sigue escribiendo diariamente.
Me gustaría extenderme más en la figura de Gay Talese pero ahora sólo tengo tiempo de pasar al blog un pensamiento que he encontrado en su relato “Cuando tenía veinticinco”:
“¿Consejo para los escritores (jóvenes)? La única cualidad indispensable es la curiosidad, creo yo, y el ánimo para salir y aprender acerca del mundo (…).
En todas partes hay historias a la vista, al alcance. El otro consejo que me quedaría por ofrecer (repitiendo el que me dio mi propio padre) sería: No escribas nunca por dinero”.
Talese es uno de los fundadores del Nuevo Periodismo cuya figura, por supuesto, se ignora en las aulas universitarias de Comunicación.

El primer síntoma real de envejecimiento es la pérdida de la capacidad de sorprenderse.
-Retratos y encuentros. (Alfaguara, 2010)

miércoles, 10 de septiembre de 2014

La teoría del Cisne Negro

Taleb es profesor de Ciencias de la
 Incertidumbre en la Universidad de Massachusetts.
Pese a lo que muchas veces podamos pensar, en la vida no está todo cuadriculado, ni medido, ni mesurado ni es previsible. Nassim Nicholas Taleb lo demuestra en su teoría sobre el “cisne negro”, una metáfora preciosa sobre el pensamiento alternativo y el impacto de lo altamente improbable en la vida.
¿Qué simboliza esta ave? Antes del descubrimiento de Australia, los europeos creían que todos los cisnes eran blancos. La visión de un ejemplar de un color diferente no sólo supuso una revolución ornitológica; también sirvió para refrendar una máxima del aprendizaje: éste no puede limitarse a la observación o a la experiencia de lo ya conocido porque entonces se vuelve empobrecedor, falso, incompleto. Una sola observación certera fuera de esos márgenes, puede invalidar una afirmación generalizada de milenios.
Taleb, que es matemático y economista, ciñe sus estudios a fenómenos bursátiles y económicos que hicieron saltar por los aires cualquier tipo de previsión, como el crack de 1987 pero avisa que los cisnes sobrevuelan cualquier campo. Así, el triunfo de Google, de Youtube, de Facebook…serían Cisnes Negros. Pero también lo sería el 11S o la ascensión de Obama (es evidente el poso que en el autor ha dejado su residencia en Estados Unidos). Si hablamos de literatura, un cisne negro de primera sería “El Quijote”: un éxito arrollador que pilló por sorpresa a todos y que condujo al exterminio al resto de caballeros andantes.

 ¿Cuáles son sus características? Son tres definitorias:

1.-La rareza. Estos hechos existen fuera de las expectativas definidas como “normales”. 2.-Producen un impacto arrasador que van más allá de su entorno cercano.
3.- Pese a su condición extraordinaria, la naturaleza humana hace que inventemos explicaciones de su existencia después de que hayan ocurrido, transformándolos en explicables y predecibles.

Estos tres puntos son la base de este pensamiento alternativo que se expande y enriquece en cada página. De esta manera, la “no-ocurrencia”también sería un Cisne Negro porque, por  simetría, la ocurrencia de un suceso altamente improbable es equivalente a la no ocurrencia de uno altamente probable. Y así, sigue y sigue, desarrollando contenidos maravillosos y sorprendentes, como la antibiblioteca de Umberto Eco, compuesta por más de 30.000 libros que este escritor no ha leído, puesto que están dedicados a la investigación. Parece que cuanto más lees más sabes y, en realidad, es precisamente al revés de forma que los libros leídos tienen menos valor que los no leídos. Así, nuestra biblioteca debería contener tanto de lo que  no sabemos como los medios económicos nos permitiesen.
Por supuesto, en la vida personal también hay Cisnes Negros que cambian tu vida y Taleb no deja de repetirlo. En cinco años, por mi cielo han pasado cinco cisnes negros. Uno por año. Y son ejemplares majestuosos, terribles, preciosos.
Lo que Taleb no indica es si puedes dejar de verlos, si uno puede obstinarse en ver blanco lo que es negro.
¿Qué sobrevuela tu ventana ahora mismo? Mira a ver...(Por si acaso).


viernes, 22 de agosto de 2014

La foto de Laura

"Before I die" (Antes de morir...).
¿Qué quieres hacer antes de morir?
Le dije a Laura que le publicaría la foto. Con ella estreno etiqueta que aplico a la entrada anterior.
Entendí algo así como que no quería comentarios, que sólo importaba la imagen pero, claro, haciendo honor al título irónico de este blog, yo antes me dejo matar que quedarme calladita. Así que en esta pizarra mediterránea de deseos por hacer yo escribiría “¡¡Conocer a Laura en persona antes de que nos recoja la Parca!!”. Y lo escribiría en mayúsculas.
Ale, ya lo he dicho. Escribiría más cosas, por supuesto. Esta foto es TAN comentable...
(Laura… sorry si no te gusta. Igual tardo años en comunicar, pero acabo haciéndolo)


lunes, 18 de agosto de 2014

Noli timere

En el barrio dublinés de Portobello puede leerse esta frase. 
La pintó el artista Maser para homenajear a un compatriota suyo: el poeta y escritor Seamus Heaney. Las últimas palabras que dirigió a su mujer antes de fallecer fueron “Noli timere” (que se traducen del latín al inglés como “Don’t be afraid”). Con su obra, Maser quería animar a sus vecinos en tiempos muy duros de crisis.
"No tengas miedo". Para mí, es un lema vital.


Foto: Jonathan Carroll.

martes, 22 de julio de 2014

Gracias por este incendio, Ray

Cierro el libro de golpe. El aire se ha vuelto irrespirable, el sofá ha prendido en llamas y me arden las pestañas!!! ¡Mi madre! Me acerqué a Fahrenheit 451 buscando una frase que me parece misteriosa y polisémica: ni me importaba la distopía, ni el gran prestigio de la novela y mucho menos la ciencia ficción. ¿¿Pero qué ciencia ficción?? ¡Si esto es un aviso hacia el abismo al que vamos corriendo con alegría! Sobre la incomunicación, sobre el empobrecimiento de la educación y del ocio.
Bradbury definió la génesis de esta novela como “cinco petardos y una explosión”. Pues yo elijo 10 fragmentos que me han hecho saltar por los aires. Diez fragmentos… porque el libro entero no puedo copiarlo ¡Y me salto la metaliteratura! 
(Sobre cómo me siento a veces)
1
-A veces me deslizo a hurtadillas y escucho en el metro o en las cafeterías y ¿sabe qué?
-¿Qué?
-La gente no habla de nada
-¡Oh, de algo hablarán!
-No, de nada. Nombran una serie de automóviles, hablan de ropa o piscinas y dicen que es estupendo. Pero todos comentan lo mismo y nadie tiene una idea original.
2
Portada norteamericana, años 70.
Dicen que soy muy insociable. No me adapto. Es muy extraño. En el fondo, soy muy sociable. Todo depende de lo que se entienda por ser sociable, ¿verdad? (…) Estar con gente es agradable. Pero no considero que sea sociable reunir a un grupo de gente y después no dejar que hable. Una hora de clase televisiva, una hora de baloncesto, de béisbol o de carreras, otra hora tomando apuntes de historia o pintando, y más deportes. Pero, ¿sabe? Nunca hacemos preguntas o, por lo menos, la mayoría no se las hace; se limitan a darte las respuestas una tras otra, ¡zas!, ¡zas!, y nosotros allí durante más de cuatro horas aguantando al teleprofe. Esto no tiene nada que ver con la sociabilidad. No son más que embudos donde vierten mucho agua que sale por la parte estrecha y quieren hacernos creer que es vino, pero no lo es.  Nos embrutecen tanto que, al acabar el día, sólo somos capaces de acostarnos.
3
Durante estos años no te he pedido gran cosa, pero ahora te lo pido, te lo suplico. Tenemos que empezar en algún punto, tratar de averiguar por qué sentimos esta confusión. Nos encaminamos directamente al precipio, Millie. ¡Dios mío, no quiero caerme!

La felicidad de plástico. La sociedad de plástico.
4
-Tengo a los niños en la escuela nueve días de cada diez Estoy con ellos cuando vienen a casa, tres días al mes. No es del todo insoportable. Los pongo en el salón y conecto el televisor. Es como lavar la ropa; meto la colada en la máquina y cierro la portezuela-La señora Bowles rió entre dientes-. Son tan capaces de besarme como de pegarme una patada.¡Gracias a Dios, yo también sé pegarlas!

5
-No necesitamos que nos dejen tranquilos. De cuando en cuando, nos convendría estar seriamente preocupados ¿Cuánto tiempo hace que no has tenido una verdadera preocupación? ¿Por algo importante, por algo real?
6
-Los años de universidad se acortan, la disciplina se relaja, la filosofía, la historia y el lenguaje se descuidan; la gente se expresa cada vez peor hasta tal punto que apenas se recurre ya al uso de las palabras para comunicarse. La vida es inmediata, solo el empleo cuenta, el placer lo domina todo después del trabajo.¿Por qué aprender algo, excepto apretar botones, accionar conmutadores, encajar tornillos y tuercas?
7
-La vida se convierte en una gran carrera, Montag. Todo se hace aprisa, de cualquier modo.
8
Y la guerra empezó y terminó en aquel instante.

Así quiero vivir. Así quiero mi vida.
En inglés original: "Llena tus ojos de ilusión.
Vive como si fueras a morir en 10 segundos.
Mira al mundo. Es aún más fantástico que todos los sueños
comprados o confeccionados en una fábrica"
(¡Qué genio!)
9
Detesto a ese romano llamado Status Quo-me dijo-. Llena tus ojos de ilusión. Vive como si fueras a morir dentro de 10 segundos. Mira el mundo. Es aún más fantástico que todos los sueños confeccionados o comprados en una fábrica. No pidas garantías, no pidas seguridad. Nunca ha existido algo así.
10
“Cuando uno muere, debe dejar algo tras él”, decía mi abuelo. Un hijo, un libro, un cuadro, una casa, una pared levantada o un par de zapatos que se ha hecho uno mismo. O un jardín plantado. Algo que tu mano tocará de un modo especial, de manera que tu alma tenga algún sitio adonde ir cuando tú mueras, y cuando la gente mire ese árbol o esa flor que tú plantaste, tú estarás allí. Mi abuelo decía: “No importa lo que hagas mientras cambies algo respecto a cómo era antes de tocarlo y lo conviertas en algo que sea como tú, después de que separes de ellos tus manos”


Por cierto, que al terminar, me he dado cuenta que la frase maravillosa que me llevó hasta aquí…¡¡no es de este libro!!
Abro las ventanas a ver si se disipa el olor a queroseno aunque no sé realmente si quiero que se vaya…


-¡¡¡La tormenta somos nosotros!!!

miércoles, 2 de julio de 2014

Si te dan papel pautado

Hace siglos que no leo y hoy, al abrir una pequeña maravilla, me encuentro con este versito que me ha encantado. Supongo que hace referencia a las normas para escribir; aunque creo que también replantea las “reglas” vitales que aceptamos.
En cualquier caso, hay que ser valiente.

Si te dan papel pautado,
escribe por el otro lado.


(Juan Ramón Jiménez)

lunes, 26 de mayo de 2014

La levedad y el peso (De Kundera a Cortázar)

(Me levanto del reclinatorio para utilizar en la entrada uno de los capítulos de la obra de Milan Kundera) 
Cuando era más joven, tenía tendencia a clasificar involuntariamente a las personas en dos categorías según dos maneras de vivir y de enfocar la vida. La lectura de “La insoportable levedad del ser” y  de la obra de Julio Cortázar me demostró mi escasa originalidad; pero también que igual no iba tan desencaminada.  He hallado un buen número de blogs que recuperan, revisan, reexplican y reelaboran  la profundidad de los pensamientos de Nietzche, de Parménides, del propio Kundera; pero no he encontrado en la piedra angular de este libro, que sí viene destacada en la contraportada de la edición de Tusquets: “En la vida, todo lo que elegimos por su levedad no tarda en revelar su peso insoportable“. Y supongo que así debe ser porque, en mi caso, con un carácter zascandilero en abstracción permanente, llegué a un punto en que tanta levedad me parecía agónica, insufrible. De tanto hablar, pensar y curiosear en la de los demás, tenía la sensación de que estaba viviendo la vida a través de los ojos de los otros en lugar de apostar por la mía.
Auténtico Cronopio. Julio Cortázar.
Saber si eres peso o levedad es relativamente fácil. De hecho, no hace falta  ahondar mucho en la personalidad de cada uno para averigüarlo. Son las tareas cotidianas las que te clasifican en un grupo u otro: el tiempo que puedes emplear hablando del sofá que acabas de comprarte, el tiempo que empleas en hacer la declaración de la renta, la importancia que le das o no a lo meteorológico y a acarrear el dichoso paraguas todo el día... En el lenguaje de Cortázar, el peso son los Famas: los que van al hotel y averiguan cautelosamente los precios, la calidad de las sábanas y el color de las alfombras. Los Cronopios son la levedad, y quienes encuentran los hoteles llenos, los taxis ocupados y los andenes vacíos. Aún así, son felices.
Ahora que he asumido el peso de la plenitud y que por un curso me he sentido un Fama; me sorprende y asombra mi ligereza, por lo que he vuelto a Kundera y me he reencontrado con otra línea intelectual que defiende la transformación de lo leve en pesado y de lo pesado en ligero, de la inalterabilidad de la existencia del fuero interno de las personas, de un cambio en espejismo para volver al principio, idea con la que siempre he comulgado: la verdadera naturaleza no cambia. Para bien o para mal, llegarás al final de tus días tal y como tu núcleo interno esté moldeado. La nuez protegida es inexpugnable y sus rasgos definitorios apenas se modifican con el paso de los años…Así que qué se le va a hacer: vuelvo a mi levedad. Lo que no voy a permitir es que armar
ios empotrados o cajas de zapatos absorban todo mi oxígeno: “Rómpele la cabeza a ese mono, corre desde el centro de la pared y ábrete paso porque sí, en el piso de arriba están cantando. Hay un piso de arriba en esta casa, con otras gentes. Hay un piso de arriba donde vive gente que no sospecha su piso de abajo. Cuando abra la puerta y me asome a la escalera sabré que abajo empieza la calle; no el molde ya aceptado, no las casas ya sabidas, no el hotel de enfrente; la calle, la viva floresta donde cada instante puede arrojarse sobre mí como una magnolia, donde las caras van a nacer cuando las mire cuando avance un poco más”.

Cada instante puede arrojarse sobre ti como una magnolia.

De “Manual de instrucciones”. 1970. Julio Cortázar.

(Dedicada a Nuria, una mujer libérrima; y a Nacho, una persona de hondo pensamiento sutil y femenino. También  a todos aquéllos que se empeñan en crear a pesar de que su entorno sólo mida 2x2)

jueves, 27 de marzo de 2014

El reino del esplendor

Cuelgo textos medio a escondidas o más bien escondida plenamente en el salón de plenos. Debería estar haciendo otras cosas, debería estar preocupándome de otros asuntos o atendiendo cualquier otra tarea que parece no terminar nunca; pero estoy ahíta de deberes y de sentir que el tiempo se escapa sólo en obligaciones.  En esta reunión soporífera te saco del bolsillo aunque me miren mal (menos mal que no te he dejado en casa). Aquí falta sentido común y sobra economía.
A Suárez también le gustabas.
En la cumbre de la alegría;
por el reino de la dulzura
junto a la umbría deleitable
sobre el reino del esplendor
Tales lugares deseaba
a quien le dijo solamente
que iba con él a donde fuese
sin preguntarle si quería.
La miró mientras caminaban:
está jugando a formar aros
con el humo del cigarrillo;
Tiene un aire de colegiala
cometiendo una diablura
en plena calle y a horas altas;
Pero su paso es mesurado.
No puede haber nada tan bello
aunque es de noche. Ahora se alza
de puntillas para besarle.

De “La noche le es propicia.” 1992.